Digo tu nombre,
una y otra vez en mi cabeza,
digo tu nombre,
me preguntan la hora: digo tu nombre,
me preguntan el día: digo tu nombre,
me preguntan el año, el futuro...
digo tu nombre.
El tiempo se hace lento,
se detiene,
se para,
cae...
cayendo, en un laberinto sin fondo,
digo tu nombre.
2 comentarios:
Me ha recordado a este fragmento de Rayuela, del Enormísimo Cronopio Maestro.
Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Y no dejes de pasarte por aquí para escuchar su voz.
Ese hombre escribe con la sinceridad de los locos.
Un abrazo Kanif,
Publicar un comentario