Tenían el supuesto moral que se ofrece a aquellos que son justos y obran con rectitud, quizás por la imposibilidad de demostrar que eran justos y bondadosos, por la imposibilidad de ver sus acciones rectas .Se suponían poseedores de una moralidad, de unos atributos, por encima de toda sospecha: la Iglesia era puesta en sus labios una y otra vez (Rouco y el Papa les bendecían), y eran víctimas,!Oh cómo no! víctimas de la maldad del entorno ,y del entorno del entorno, y del entorno del entorno del entorno.
Todo servía para tapar sus asesinatos, torturas, genocidios de inocentes, guerras, corrupciones.
Aún y todo, hoy salen todas sus bajezas, y todo se olvidará, millones de borregos seguirán votando al lobo.
Millones de ovejas sumisas, lamerán las veces que haga falta, la puerta de la cuadra.
!Pobre España!
jueves, 31 de enero de 2013
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