Estos pisos, saloncitos, llenos de bolsas de plástico ,amontonadas.
Un gato, sentado como rey, en la sillla más caliente.
Estos ciudadanos, ahora se llaman así, con pequeñas pensiones, pequeñas comidas , pero obesos. ¿Cómo podían engordar tanto con tan poco?, creo que era porque apenas se movían, no salían a la calle por vergüeza. Respiran despacio, laten lentamente.
Sólo los médicos accedemos a darles una llamarada de realidad exterior, para recordarles que tienen que cuidarse, tomando esto, quitando aquello.
Las Asistentas Sociales, sepultadas por papeles y papeles, no les visitan.
Invisibles.
viernes, 13 de febrero de 2015
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