domingo, 23 de septiembre de 2007
Nadadores
Contaminación del aire genera coágulos sanguíneos
Diminutas partículas presentes en el aire contaminado pueden generar la
formación de coágulos en la sangre, señalaron investigadores
estadounidenses, en un hallazgo que ayuda a explicar cómo la polución causa
ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares (ACV).
Estas partículas tienen un espesor diez veces menor al de un cabello.
Amplios estudios poblacionales demostraron que la contaminación causada por
las emanaciones de automóviles y fábricas aumenta el riesgo de sufrir
infartos y ACV letales.
No obstante, los investigadores no comprendían exactamente cómo estas
partículas microscópicas provocaban la muerte de los seres humanos.
"Ahora sabemos cómo la inflamación de los pulmones causada por los
contaminantes del aire conduce a la muerte por enfermedad cardiovascular",
dijo el doctor Gokhan Mutlu, de la Universidad Northwestern en Chicago,
quien estudió los efectos de la polución ambiental en ratones.
Los pulmones inflamados por la contaminación secretan interleuquina-6, un
compuesto del sistema inmunológico que dispara la inflamación y que ha
demostrado hacer que la sangre se vuelva más proclive a la formación de
coágulos.
La investigación, publicada en la Journal of Clinical Investigation,
llegó tras la difusión de un estudio en New England Journal of
Medicine que reveló que respirar las emanaciones de un motor diesel
interfería en la capacidad de los sobrevivientes de infartos de disolver
coágulos.
En el nuevo trabajo, el equipo expuso a ratones a partículas de aire
contaminado recolectadas por la Agencia de Protección Ambiental de Estados
Unidos.
Esos contaminantes fueron mezclados con solución salina e inyectados en los
pulmones de los roedores.
Los ratones expuestos a la polución presentaron 15 veces más
interleuquina-6 en solo 24 horas. Ese tiempo es importante ya que algunos
estudios mostraron que un incremento en la contaminación del aire puede
causar ataques cardíacos dentro de las 24 horas.
Mutlu y su colega Scott Budinger dijeron que podían evitar esta formación
de coágulos suprimiendo las células inmunes en los pulmones llamadas
macrófagos, las cuales atacan a las sustancias externas y secretan
interleuquina-6.
Los ratones con las respuestas inmunes suprimidas no mostraron aumentos en
la formación de coágulos en la sangre.
"Esto sugiere que la interleuquina-6 era la fuerza conductora", expresó
Mutlu.
Ahora los expertos planean estudiar si la aspirina puede contrarrestar los
efectos coagulantes en los ratones. Bajas dosis de aspirina ayudan a licuar
la sangre y ya se recomiendan a las personas con problemas cardíacos.
En Internet, JCI: target="_blank" >http://www.jci.org./
NEJM: target="_blank" >http://content.nejm.org/
Fuente: Chicago, septiembre 21/2007 (Reuters)
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