Mientras nos vamos quitando hasta de comer, para pagar una deuda de cifras desnudas y altas finanzas que no es nuestra, las mujeres salen volando en desahucios por los balcones de sus casas.
Me pregunto si la justicia en el día a día de esta sociedad liberal-capitalista que sufrimos, es nieve
o eco, o un corazón que no late , espectador de un teatro terrorífico, donde acabamos volando, de una u otra forma, llevados por demonios de locura, o cayendo desde balcones.
Si hemos de elegir entre morir o que el capitalismo se mantenga, que muera el capitalismo.
PS: Amaia, no caiste, que te fuiste volando por encima del campo florido de la dignidad.
sábado, 10 de noviembre de 2012
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