Su voz de niebla

Me encontré en el metro con él.
Hacía más de 20 años que no le veía. Nos pusiomos a hablar, con la naturalidad y el cariño asomándose en  miradas y silencios.
La vida que habíamos tenido hasta ese momento.
Recordé su voz de niebla, su voz fina y trasparente, los susurros que tantas veces había intentado descifrar en el bullicio de los bares del Casco Viejo,  su  voz de niebla que al final me hacía inventar  más de una estrella y planetas nuevos.
Habló de nuevo, de estrellas, de planetas, de sus estudios de Física, mezclado con su trabajo actual, su nueva vida ,sus sueños a medio cumplir.
Imaginaba una cuerda infinita uniendo esas palabras de niebla, imaginando otras, entre susurros.
Una madeja de imaginación y cariño, de vida pasada y compartida.
No sé si escuché lo que habló , pero no me importaba, sus palabras habían hecho de nuevo el milagro.
Un rastro de esperanza.