El sol, de niño, que llevamos dentro, está quieto, pensando en alguna travesura,
el sol, apasionante y apasionado que tantos quebraderos de cabeza me da,
el sol tierno y cálido, de la ilusionada compañía,
el sol enfermo, intentándose repararse a base de fogonazos celestes,
y todo en silencio,
como el sol de tantos vagabundos ,durmiendo en los cajeros,
¿o vagamundos?
Soles de Invierno.
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