Hay una injustia en nuestra tierra, esta es la inigual consideración a las familias de las víctimas del terrorismo y a las familias de los presos, y refugiados de la organización ETA.
Las familias de las víctimas, poseen, es así como lo apoya desde la moral de diferentes Gobiernos y medios , que poseen, solamente ellos, el arca del reconocimiento y el sufrimiento.
Las familias de los presos y refugiados vascos, son vistos, por diferentes gobiernos, y medios como terroristas enmascarados, ellos por tanto no tienen sufrimiento,  lo producen, y si acaso lo tuvieran sería en una cantidad y calidad inferior a las víctimas del terrorismo.
Pero víctimas son los dos colectivos, y el sufrimiento es parejo.
Esperemos que más pronto que tarde las familias de presos y refugiados, sean reconocidas en su realidad, en sus deseos y esperanzas, al igual que lo son las víctimas del terrorismo .
Porque de nadie es el sufrimiento y de todos.
Porque en todos se apagará el rencor y la ira, como las cenizas frías del Invierno.