Después de un buen rato, de anécdotas y risas, vino el silencio. Sonrieron un segundo, mirándose a los ojos con la complicidad y mezcla de agradecimiento por el reencuentro.
El silencio, seguía entre ellos . Se miraron asustados, nerviosos, ansiosos. Miraron hacia el suelo, buscando alguna hoja perdida de un periódico, alguna fotografía y vieron que en el suelo , cubiertas de nieve, se amontonaban las palabras recién dichas, las emociones vividas, como notas del pentagrama de la memoria.
domingo, 14 de septiembre de 2014
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