Shati

Bajaron los  arcángeles ,bajaron los ángeles, los angelitos, y los querubines a Shati.
Todos querían llevársela, a una niñita de coleta, por las alturas.
Discutían quién tenía que ser, alrededor de unas piedras de escombros  , ¿quién se la llevaría, allá donde las nubes son duras como huesos?.
Otro avión , lleno de misiles ,abrió su panza  y escaparon todos.

Conversaciones de madrugada

Le dolía el cuello.
Vino a las 3. Le acompañaba su hijo de edad imprecisa, entre los 9 años y los 46.
Cuando,iba ya a a marcharse, me contó esto.
Siendo niña, en su aldea de G
alizia , una serpiente le mordió el dedo índice de la mano derecha. El "Mal"como ella decía,corría ya por la mano entera.
Un hombre de la aldea dio la solución:coger una trucha, tenía que estar viva, y la niña tenía que  meter el dedo en la boca de la trucha, después,  debían dar a comer a un gato esa misma trucha.
Y esperar.
ASí lo hicieron.
Era invierno, y el frío era intenso, pero la pequeña,iba cada vez peor.

Cogieron la trucha,metió el dedo en la boca del pez, y el gato al comerla, se quedó muerto, con la cola larga, estirada, como una vela.
Así me lo contó.

Tengo fiebre..

"Tengo fiebre , tengo 37,3º , normalmente soy de temperatura baja".
No existen las personas frigoríficos.
Fiebre a partir de 38º.
Nuestro cuerpo la utiliza como método de defensa, desde la época de los tatarabuelos de Lucy: moviliza a los mácrofagos, los hace más activos frente a virus y bacterias, fabrica células de defensa, vasodilata, nos hace descansar a pesar nuestro.
No hay que intentar quitarla, y bajarla, cueste lo que cueste, solo en niños con antecedentes de convulsiones y estados de: mírame y no me toques.
Nos plantea una busqueda, casi filósofica, del proceso que la origina.
Hegel en su "Fenomelogía del espíritu", hablaba: del reino espiritual de los animales.
Quizá el hipotalamo, cercano a la fábrica: "Fiebrex y otras bellas calamidades",
tenga ese reino
Si no existiera la fiebre habría que invertarla.

Un ramo a la mano

Para ti mi principe, enredaré tu pelo negro en mis cabellos grises, y te volveras cruel para tus amantes.
Mañana , iremos juntos a recoger en los campos, y en la colina todas las heridas que no curaron bien, te acostarás al claro de Luna, a mi lado, y te darás entero.
En las prisiones, no queda  ya nadie.
Rápido , entraremos,
y en mi esquina,

 iré solitaria, y no diré nada.
Cogeremos, flores salvajes, que hacen maravillas en el corazón de los niños.

Rue du Loup

No tenía idea que la verdad era una luz, al final de Rue du Loup.  Alguién me dijo: "Hay que creer en ella, para verla".
Los monos, se vestían de Chanel, en el Bistrot, y servían con lazos rojos, negros y blancos,  vasos de ginebra con plátano y cerezas verdes.
Una banda de jazz, pronto empezó a tocar hasta que la Luna cayó en medio de una gran marea.
Todos quedamos en silencio.
Caminé de su brazo, muy rápido y luego lento,  tras resbalar en un madero, como cuando se baila cansado, como cuando se nada en un naufragio.
Le besé, en silencio,para mis adentros.
Sintiendo los saludos de los barrenderos en la espalda, caminabamos despiertos.
Sintiendo, la pequeña verdad de lo prohibido, la locura de lo inesperado.