Para ti mi principe, enredaré tu pelo negro en mis cabellos grises, y te volveras cruel para tus amantes.
Mañana , iremos juntos a recoger en los campos, y en la colina todas las heridas que no curaron bien, te acostarás al claro de Luna, a mi lado, y te darás entero.
En las prisiones, no queda ya nadie.
Rápido , entraremos,
y en mi esquina,
iré solitaria, y no diré nada.
Cogeremos, flores salvajes, que hacen maravillas en el corazón de los niños.
martes, 17 de marzo de 2015
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