sábado, 17 de julio de 2010

pan con chocolate





La medicina está pasando tanto tiempo en crear nuevas enfermedades y crear nuevos tratamientos para ellas que no me extrañaría que dentro de poco saquen alguna pastilla para la hipertensión para niños, para el horripilante y demoniáco colesterol, o para que tengan sus arterias más limpias.
El desquicie es tal, que nadie se plantea algo tan sencillo como que los niños jueguen, corran y salten.
EEUU ha marcado y sigue marcando la pauta de alimentación, los Donuts, los Mac Donnald, las Cocacolas, los helados de tres pisos, los chips y demás fritos y las palomitas en los Cines, nos han parecido siempre lo más de lo más.
Imitar esas conductas nos convertía en yankees temporales y casi esperábamos coger la tabla de surf, o conducir un Cadillac rosa, amén de tener en la Bolsa de N.Y miles de millones de dólares.
Nadie se dio cuenta que allá, la Medicina Preventiva no existe, que allá existe las grandes empresas farmaceúticas capaces de enfermar a millones de ciudadanos, hacerles pagar su diagnóstico a precio de oro y luego venderles el remedio.
Así pues, si nuestros adultos y niños quieren, queremos, salir de las garras de estos hábitos nefastos les recomiendo volver a jugar, saltar, correr en la calle, patios y parques y volver al pan con chocolate.
Ya se oye hablar de obesidad en China ,"gracias" al progreso económico.
Ya esperamos que si esto se cumple, de aquí a unos años, la tierra se caiga de gorda por su propio peso.
Ay la leche!

3 comentarios:

El jukebox dijo...

Chapeau, Sonia. Pero pregunto: ¿Ya querrán los padres que los niños -en realidad, 'el niño'- vuelvan a jugar en plazas y parques del barrio? Mira que el mundo está lleno de peligros y además, seguro que acabarían yendo otros niños.

sonia dijo...

Ahora un niño jugando se rompe el pantalón y tiene una herida y su madre le dice:" no te preocupes cariño, mamá te comprará otro pantalón, vamos a Cruces que te vean ahora mismo".
Antes un niño se rompía el pantalón, jugando y se hacía una herida y su madre le frotaba con saliva, le daba un pescozón por romperse el pantalón y el niño iba cojeando y ponía cara de que no tenía nada para seguir jugando.

Pero es que aquellos padres siendo niños habían ido al refugio cuando sobana la sirena y bombardeaban.
Ahora más que miedo, que también está el hecho de que no hay literalmente tiempo para estar con los hijos todos los días.
Y la cuidadora virtual, la tele, el odenador, la play o la wii no dan a basto y no dan a más.
Un abrazo Juke.

el jukebox dijo...

Pues otra vez completamente de acuerdo.
Y bueno, recordar también que hubo una época en que los niños tenían hermanos: ya sabes, aprender a compartirlo todo, también el tiempo, la atención y los cuidados de los padres. Vamos, que para cuando te hacías una herida en la rodilla, tu madre ya había visto unas cuantas en las de tus hermanos, no necesariamente en orden de edad.

Abrazo

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