jueves, 8 de enero de 2009
Hoy viene una madre preocupada porque a su hijo le han picado unos mosquitos.
No sabe si pedirme pruebas alérgicas. Le digo que no, que no compromete la calidad de vida del niño que de vez en cuando sufra la molestia de los habones.
Me viene a la cabeza la imagen de un niño asesinado en Gaza en manos de un hombre que lo lleva apurado por una calle.
Siento la locura de estar al abrigo,cuidando a niños sanos, obesos en muchas ocasiones, niños que piden vacunas de complacencia, vacunas que salen para acaparar un mercado de la superprotección y defensa.
Una madre me pregunta si Mi Primer Danone es conveniente que se lo de a su niña.
Un yogurt de tantos que utiliza una publicidad engañosa vendiendo propiedades que no tiene.
!Cuántas veces oigo!: !no come nada, este hijo/a no me comen nada!"
Me viene la foto del niño cadaver, en brazos.
DE miles de niños muertos de hambre, mal nutridos.
Me siento verdugo de ellos.
Cuidando a inútiles servidores de sus cárceles y de sus propias vidas...a miles de kilómetros a distancia.
Protejo a los futuros carceleros, a no ser que un día se rebelen y acaben con este mal orden, mal e injusto orden establecido.
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