jueves, 23 de julio de 2009
Ni el viento ,ni la arena
ni la nube negra,
ni el rayo que deslumbra
ni la lengua muerta
ni tú ni yo
ni nadie.
Ni nada mismo,
nada.
Ni el vacío que anida en la esquina del patio,
ni tu vientre desnudo,
nada
ni el ruido, ni la idea
ni la montaña quemada
ni la primavera oscura
ni la nada de nadie,
ni nadie, nada.
Ni el mismo demonio,
ni el ángel
que suspira,
no hay nada,
nada de nadie, nada.
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6 comentarios:
Exactamente eso es...
pero no vamos a entristecernos sólo por eso...
¡Véngase al Jazzaldia! Yo invito
Hola.
Hola Andrés.
Un abrazo.
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