miércoles, 2 de septiembre de 2009
De pronto la mar,
en el banco rojo queda la sal,
Navaja de plata, fugaz arco iris en las crestas de caballitos de espuma.
Mece,
méceme,
cuna profunda,
Mar vértigo,
no pisa mi planta tu profundo suelo.
Abarcan mis brazos todos los ojos de peces y muertos,
cuna de sal,
canta la nana,
deja en mis labios,
tú mar,
yo
pobre sirena muda.
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