Fueron desapareciendo el olor a polvo quemado de la bombilla, los ruidos de uno y otro y otro y otro y otro más de los miles de cerrojos. Se fueron desanudando todos aquellos recuerdos , que eran ya solo frases viejas ,escritas en miles de cartas, palabras de amor, deseos, todo se iba quedando afuera .
Todo partía muy lejos de ella, salía por un agujero en el techo de su adentro, como si un nido de pelusas negras, volara al limpiar una chimenea.
La libertad y unos brazos la salvaron de caer al precipicio.
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