Te esperaba en cada pisada, en cada mechón entre mis labios,
al final,
Al final llegaste,
llegaste,
al final llegaste,
en la porcelana te vi, allí te vi reflejado,
habías llegado en silencio ,
al final llegaste.
Con una cinta de seda, entre rayos de mil flores, allí te prendí.
Corría feliz, con el lazo de tu pedacito de alma acometada,
saludando a las palomas, y a los amantes felices,
" Llévame , te decía,

a la ceremoniosa primavera",
duró apenas un segundo y aún lo recuerdo.