jueves, 7 de agosto de 2014

Fui a abrir la puerta, pero no había manera. La llave, daba vueltas y vueltas, una y otra vez ,pero sin conseguir encajar y abrir la puerta.
No había señales de violencia. Recordaba al portero, que me había contado, que unos ladrones, podían ahora entrar en las casas, sin dejar señales.
Intenté una y otra vez, pero nada.
LLamé al final, al cerrajero, intentó abrir la puerta, pero tampoco pudo, parecía como sin algo pesado hubiera al otro lado.Vinieron los bomberos.No podian tirar la puerta abajo.
Entraron por el patio, pero tampoco desde el otro lado consiguieron nada.
Al final, paso por la casa de mi vecino, llego al patio, atravieso un pasillo con plantas, y entro por la ventana.
Resulta todo diferente desde la ventana; me siento extraña, pero me gusta.
Mi vecino se llama Juan Luis, es pintor, me gusta cada vez más mirar sus cuadros de reojo.Ayer tomamos un café y hablamos de obstáculos.
No quiero pensar si un día su puerta se cerrara.

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