jueves, 23 de diciembre de 2010

Placebos


Tomar placebo beneficia a los pacientes, incluso cuando saben que toman placebo, según un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación Osher de la Facultad de Medicina de Harvard (HMS) y del Centro Médico Diaconisa Beth (BIDMC), de Israel, publicado ayer en Plos One.
Aunque no contiene principios activos, los pacientes suelen responden al consumo de placebo. De hecho, los datos sobre placebos son tan convincentes que muchos médicos americanos -un estudio ha estimado que el 50%- administran placebo secretamente a pacientes confiados. Como este "engaño" es éticamente cuestionable, el profesor adjunto de Medicina, Ted Kaptchuk, y un grupo de investigadores del BIDMC estudiaron si el poder del placebo puede ser aprovechado abiertamente con los pacientes.
Para ello, 80 pacientes con síndrome de intestino irritable fueron divididos en dos grupos: uno de control, que no recibió tratamiento, y otro, que recibió placebo sin ser engañados en este punto, pues se aclaró a los participantes que iban a recibir algo similar a "píldoras de azúcar", que tenían que tomar dos veces al día.
Según Kaptchuk, estos investigadores "no sólo dejaron claro que estas píldoras no contenían ningún principio activo y que no estaban hechas de ninguna sustancia, pusimos incluso en el bote de pastillas una etiqueta que decía 'placebo'". "Le dijimos a los pacientes que no tenían ni siquiera que creer en el efecto placebo. Sólo debían tomarse las píldoras", insiste.
Mejoras con placebo
El equipo observó a estos pacientes durante tres semanas. Al término del ensayo, cerca del doble de los pacientes tratados con placebo registraron un alivio de los síntomas, en comparación con el grupo de control, en concreto, el 59% frente al 355. Incluso en otras medidas de resultados, los pacientes con placebo duplicaron sus tasas de mejora en un grado casi equivalente a los efectos de los más poderosos medicamentos.
Los autores advierten de que este estudio es pequeño y ha sido limitado a un objetivo. Simplemente, dicen, abre la puerta a la posibilidad de que los placebos sean efectivos incluso para los pacientes que lo toman informados de ello, una hipótesis que -insisten- necesita ser confirmada en mayores estudios clínicos.
Sin embargo -dice Kaptchuk- estos descubrimientos sugieren que, más que los meros pensamientos positivos, podrían existir beneficios significativos en el ritual médico". "Estoy ilusionado con la posibilidad de seguir adelante con este estudio. El placebo podría funcionar incluso cuando los pacientes saben que lo están tomando", concluyó.


Jano.

1 comentario:

Javier Vizcaíno dijo...
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