miércoles, 6 de febrero de 2008

Países de europa y mortalidad


Y sigue la paradoja Francesa, que se atiborran de mantequilla, grasas de oca y de vino .



España se encuentra entre los países europeos con menores tasas de mortalidad por ictus y enfermedad cardíaca, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Charité de Berlín (Alemania) que se publica en el "European Heart Journal". Sin embargo, el trabajo señala que en nuestro país existen grandes variaciones entre regiones y apunta a que la tasa de mortalidad por enfermedad cardiovascular es más elevada en el sur de la Península.

Existen grandes variaciones entre los países europeos en el número de muertes producidas por ictus y enfermedad cardíaca. Varias naciones, en particular del norte y este de Europa, poseen tasas de mortalidad que son entre 7 y 14 veces superiores a las de otros países, mientras que algunos como Polonia, España, Portugal, Alemania y Reino Unido presentan grandes diferencias regionales.

El estudio se centra en las muertes registradas por cardiopatía isquémica y por enfermedad cerebrovascular en el año 2000.

Los investigadores descubrieron que las tasas de mortalidad por cardiopatía isquémica eran menores en países del sur y occidentales, mientras que en el caso de la enfermedad cerebrovascular, la mortalidad era menor en el centro de Europa Occidental, con mayores tasas en países alrededor de esta área, incluyendo algunos mediterráneos como Grecia, Portugal y regiones del sur de España e Italia.

Calcularon las tasas de mortalidad estándar para cardiopatía isquémica e ictus a partir de datos proporcionados por la oficina de estadísticas de la Comunidad Europea (Eurostat) y las oficinas de estadísticas nacionales de todos los países. Se concentraron en el grupo de edad que iba de los 45 a los 74 años y dividieron las tasas en cinco grupos poblacionales.

Según explica Jacqueline Müller-Nordhorn, directora del estudio, "con respecto a la enfermedad cardíaca isquémica existe un claro gradiente en mortalidad que va de noreste a sudoeste. En particular, en los países del centro y este de Europa existen tasas de mortalidad superiores en comparación con otros países europeos. Las tasas de mortalidad más bajas se encuentran en Francia, Portugal, Italia y España. Existe una variación considerable dentro de cada país en Alemania, Reino Unido y Polonia".

Por lo que se refiere a las tasas de mortalidad por ictus, la investigadora explica que existe un patrón de variación regional diferente en comparación con la enfermedad cardíaca. La mortalidad por ictus es menor en el centro de Europa Occidental con las menores tasas de mortalidad nacionales en Suiza, Francia, Noruega y España. Existe una variación interregional considerable en Italia, España, Portugal y Reino Unido.

Según los autores, la mortalidad por ambas entidades ha disminuido continuamente en la mayoría de países europeos occidentales en las pasadas décadas. En la actualidad, las guías médicas para el tratamiento y prevención de la enfermedad cardiovascular dividen Europa en países de alto y de bajo riesgo, y los especialistas tratan a sus pacientes según el bloque en el que está su país. Sin embargo, la investigadora señala que el estudio muestra que muchos países han cambiado de alto a bajo riesgo y que, además, estas clasificaciones no tienen en cuenta las variaciones regionales.

"Una mala clasificación podría tener un gran impacto en la población con independencia del número de personas no tratadas de forma adecuada, por exceso o defecto. Las actualizaciones periódicas del patrón complejo de la variación regional en Europa son necesarias para que sea posible una prevención eficaz", añade Müller-Nordhorn.

Según esta especialista, sería más apropiado y práctico clasificar a los países de Europa Occidental como de bajo riesgo y a los del centro y este de Europa como de alto riesgo. De otra forma, señala, existiría una sobreestimación del riesgo cardiovascular actual en ciertas poblaciones, lo que conduciría a terapias y costes innecesarios.


European Heart Journal 2008;doi:10.1093/eurheartj/ehm604

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