
La lluvia resbalaba en las gruas. Un fuego de amor, en un instante te alumbró en medio de la sala, entre todo el resto de ancianos que esperaban a Luisa que les pusiera el termómetro.
Desapareciste, en una llamarada.
¿ "Dónde ha ido Manuel?" pregunté a la enfermera..
" Ha tenido un fogonazo" me dijo, mientras seguía leyendo la temperatura del resto de ancianos.
Una mujer besó una carta.
1 comentario:
http://testamentodemiercoles.blogspot.com/2008/06/y-la-vida-contina.html
Tienes que leer esta entrada... y si tienes tiempo el resto del blog.
Publicar un comentario