martes, 12 de agosto de 2008



Ando buscando desde hace años una mesa de noche.
Me dicen: " No, no se llama mesa, se llama mesita, mesilla...dese cuenta usted que no va a comer sobre ella, ni a escribir, ni a subirse para ver lo sólida que es"

No había pensado nunca que podría subirme a los muebles, y objetos para ver lo sólidos que son...No me subido nunca al frigorífico, tendré que probar.

Me dice: "Usted, necesita un diseño moderno, sólido, sencillo, de colores cálidos y a la vez distantes....que al tacto le produzca la sensación de estar acariciando a un gato..usted..."
Le corto su poema mercantil.
Me quedo sin mesilla, mesita...o mesa de dormir..

Dejaré todo esparcido, sembrando mis costados de desórdenes.

La sombra de un gato, marchaba por el tejado

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pensé que el problema era otro.

Hay un pasodoble sonando que me recuerda a musiquillas populares francesas, esas tocadas con acordeón y tal.

Voy a cambiar el CD y a escuchar a Moustaki.

¡Qué ambientazo de música! Casi se me van los pies solos, a mí que bailo con la gracia de un pato mareado.

Saludos.

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