sábado, 27 de septiembre de 2008
Antes pensabamos que era Dios quién pensaba cuándo, dónde, qué, cómo, por qué...
Ahora, cada vez pienso que es más la adenina, la guanina, un retro-virus o una barrera membranaria que através de un fosfolípido ha dejado colarse una proteína que ha conseguido ser reconocida como extraña y acelerar una respuesta inmunitaria (auto inmunitaria) contra ella, porque la reconoce como extraña siendo del mismo sistema que ella misma, de un Yo biológico único que en lo pequeño se confunde, se alarma innecesariamente, se confunde.
El error está en mi propia existencia de DNA, en mis propias proteinas del sistema HLA de inmunidad.
Mi error es ser proteína, enorme, proteína...tan grande, tan vivida...
Antes pensaba que era Dios, ahora veo que quizá Dios era , es tan insignificante como un doble enlace, una cadena de glicoproteínas... aminoácidos..enzima..una pizca de algo, un dedal en vez de un mar..
Me gusta, un Dios pequeño, un Dios invisble y trasparente, un Dios duende, enano, lleno de errores, un Dios de andar por casa, en la casa de mi intimidad, en mi más profundo sentimiento de pérdida en lo pequeño...
Y aquello más pequeño, aún podía serlo más y más...hasta desaparecer en un aún un más pequeño...y aún más.
Tristeza que va, tristeza que viene.
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