martes, 16 de septiembre de 2008
Se me cruzaban las i y las o con el 3 y el 4,
escribía como detrás de una esquina,
con gabardina hasta la nariz..
sin control
todo al revés,
en una calle de cantos de piedra.
Tiene nombre de pescado
y lo sabía encima sobrevolando,
aquí una esponja, allá un cangrejo
teléfonos nadando,
caras de Picasso
luces y caballos
espadas rotas
Se llama como un pájaro,
se para el tiempo,
se da la vuelta la esquina,
no tiene vuelta??,
simetría inversa,
se paró el tiempo,
las i y las o
el 3 y el 4..
se bloqueo,
un desbloqueo.
Él le llamó,
solo él..
ave de esponja,
Martín..
Gracias ...
sobre mi mesa,
la disección de 1001
100010, 1001000
encontrando dentro del estómago del 0,
una lila blanca.
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1 comentario:
O sea que fue un Martín pescador, pescador de ceros y unos, a lo que se ve. No sabía yo de esos martines pero haberlos puede haberlos, claro.
Y ahora que me salgan los de los transgénicos con sus airados gritos. Voy a decirles: ¡Pero quiá! Una lila blanca tan hermosa como la sueña Sonia G. ¿cómo puede ser el resultado del malvado deseo del capitalismo voraz por devorar a los pobres de la Tierra, famélica legión?
¿No será que las quimeras ideológicas, la poesía de lo cotidiano y la belleza de los pequeños descubrimientos nos han desbordado y estamos perdiendo la capacidad de ser felices y de derramar felicidad a nuestro alrededor, incluso en medio del dolor y del sufrimiento?
Dime tú, pájaro azul, ¿cómo lo ves desde tu envidiable posición?
Saludos.
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