lunes, 15 de septiembre de 2008
El Hombre que dice : NO
¿por qué nadie le dice?: NO
El Hombre que dice :Sí
¿por qué nadie le responde?:Sí
La estela, de un nuevo amor.
La mujer que canta: No
¿por qué nadie le responde :NO
La mujer que canta: Sí
¿Por qué nadie le responde? :sí
La tristeza de un amor que pasó.
El hombre que pregunta,
la mujer que duda
Una estela que aparece,
la mañana de un nuevo amor.
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1 comentario:
Y ahora a esperar la continuación del relato porque a la mañana de un nuevo amor le seguirá el mediodía de un nuevo amor, ¿no Sonia G.?
Y al mediodía le seguirá la tarde. Y a la tarde el crepúsculo, que puede aportar una belleza increible cuando los tonos rojizos incendian las nubes en el horizonte. Y al atardecer le seguirá la noche, con Luna o sin ella. Y sonará la canción de Sabina:
"...y nos dieron la una, y las dos y las tres; las cuatro, las cinco y las seis. Y al amanecer nos encontró la Luna..."
No sé si es fiel reflejo de su letra pero si ese amor nuevo sigue y sigue, ganará en sabor, en dulcura y en cuerpo, como los buenos vinos de Burdeos, de la Rivera del Duero, de Navarra, de Rioja, del Penedés, de Chile o de California.
Y será una historia magnífica que te pedirán que repitas: ¡Otra vez, por favor! ¡Otra vez Sonia, vuelve a empezar con esa historia de amor!
Pero ahora nos has de ofrecer el capítulo dos, me parece a mí ;-)
Saludos.
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