Mikel me pasa esta noticiaUna empresa española oferta bombas racimo por Internet
La empresa aragonesa Instalaza, que ha fabricado en los últimos años en 
España productos catalogados como bombas de racimo, mantiene en oferta 
en su página web la munición de mortero MAT-120, prohibida por el 
Gobierno en aplicación del tratado internacional firmado en Oslo esta 
semana por un centenar de países.
Instalaza S.A. es una de las dos empresas españolas, junto a Explosiones 
Alavesas (Expal), que se ha dedicado a la producción de armamento 
clasificado como munición de racimo para su venta dentro y fuera de España.
A pesar de la prohibición de usar, fabricar, comercializar o almacenar 
estas cargas explosivas que establece el convenio de Oslo, Instalaza 
sigue incluyendo en su gama de productos la granada de mortero MAT-120, 
descrita en la página web como 'una munición de mortero con 21 
submuniciones de efecto contra carro y de fragmentación, cuyas espoletas 
electrónicas están dotadas de dispositivos de autodestrucción y 
auto-neutralización, eliminando el riesgo de municiones activas 
abandonadas sobre el terreno'.
La descripción de esta munición está en castellano y en inglés dentro de 
un catálogo de productos que incluye granadas de mano Alhambra, sistemas 
contracarro C90-CR y Alcotan-100, así como distintos dispositivos de 
visión nocturna.
El Ministerio de Defensa ha venido renovando cada dos años la validez de 
la homologación de la granada mortero MAT-120 de Instalaza. La última 
vez que lo hizo fue en marzo de 2007 'habiéndose comprobado que subsiste 
la permanencia de la idoneidad de los medios de producción y 
aseguramiento de la calidad usados en la fabricación de la citada 
granada de mortero'.
El convenio de Oslo
La resolución fue rubricada por el actual Jefe del Estado Mayor del 
Ejército (JEMAD) y entonces director general de Armamento y Material, 
José Julio Rodríguez. Instalaza es una compañía fundada en 1943 que 
tiene su sede social en Madrid y sus centros de producción, en Zaragoza.
España es uno de los países que se ha adherido al convenio de Oslo de 
prohibición de bombas de racimo, cuyo texto quedó aprobado en la 
conferencia celebrada en Dublín a finales del pasado mes de mayo.
El Gobierno aprobó el pasado 11 de junio una moratoria unilateral para 
poner en práctica lo pactado en Dublín y ser uno de los primeros países 
en dar ejemplo en la erradicación de este armamento por los graves daños 
que causa en la población civil.
Destrucción de las bombas racimo
El compromiso de la ministra de Defensa, Carme Chacón, es que la 
destrucción de las alrededor de 6.000 bombas de racimo y granadas 
existentes en los arsenales militares se complete antes de junio de 
2009, con un coste de unos 4 millones de euros.
Esta tarea se ha encomendado a la empresa Fabricaciones Extremeñas 
(FAEX), cuyas instalaciones están en El Gordo (Cáceres) y de la que 
forma parte Expal. Los colectivos pacifistas han denunciado que Expal ha 
comercializado bombas de racimo hasta hace poco tiempo, aunque según su 
director comercial, Lucas Ferreira, lo dejó de hacer en 1998.
Ferreira ha recordado que éste no era un producto abierto a todos los 
clientes, sino que se producía para pedidos del Ministerio de Defensa: 
'A nosotros no nos va a afectar el convenio (de Oslo)', ha añadido el 
representante de Expal, quien ha lamentado el 'desconocimiento' que ha 
habido sobre la actividad de su empresa y la inexactitud de las 
denuncias de las ONG.
Chacón aseguró el pasado 17 de julio en una comparecencia en el Congreso 
para informar sobre la eliminación de las bombas de racimo que había 
'dos fabricantes nacionales' afectados pUna empresa española oferta bombas racimo por Internet
La empresa aragonesa Instalaza, que ha fabricado en los últimos años en 
España productos catalogados como bombas de racimo, mantiene en oferta 
en su página web la munición de mortero MAT-120, prohibida por el 
Gobierno en aplicación del tratado internacional firmado en Oslo esta 
semana por un centenar de países.
Instalaza S.A. es una de las dos empresas españolas, junto a Explosiones 
Alavesas (Expal), que se ha dedicado a la producción de armamento 
clasificado como munición de racimo para su venta dentro y fuera de España.
A pesar de la prohibición de usar, fabricar, comercializar o almacenar 
estas cargas explosivas que establece el convenio de Oslo, Instalaza 
sigue incluyendo en su gama de productos la granada de mortero MAT-120, 
descrita en la página web como 'una munición de mortero con 21 
submuniciones de efecto contra carro y de fragmentación, cuyas espoletas 
electrónicas están dotadas de dispositivos de autodestrucción y 
auto-neutralización, eliminando el riesgo de municiones activas 
abandonadas sobre el terreno'.
La descripción de esta munición está en castellano y en inglés dentro de 
un catálogo de productos que incluye granadas de mano Alhambra, sistemas 
contracarro C90-CR y Alcotan-100, así como distintos dispositivos de 
visión nocturna.
El Ministerio de Defensa ha venido renovando cada dos años la validez de 
la homologación de la granada mortero MAT-120 de Instalaza. La última 
vez que lo hizo fue en marzo de 2007 'habiéndose comprobado que subsiste 
la permanencia de la idoneidad de los medios de producción y 
aseguramiento de la calidad usados en la fabricación de la citada 
granada de mortero'.
El convenio de Oslo
La resolución fue rubricada por el actual Jefe del Estado Mayor del 
Ejército (JEMAD) y entonces director general de Armamento y Material, 
José Julio Rodríguez. Instalaza es una compañía fundada en 1943 que 
tiene su sede social en Madrid y sus centros de producción, en Zaragoza.
España es uno de los países que se ha adherido al convenio de Oslo de 
prohibición de bombas de racimo, cuyo texto quedó aprobado en la 
conferencia celebrada en Dublín a finales del pasado mes de mayo.
El Gobierno aprobó el pasado 11 de junio una moratoria unilateral para 
poner en práctica lo pactado en Dublín y ser uno de los primeros países 
en dar ejemplo en la erradicación de este armamento por los graves daños 
que causa en la población civil.
Destrucción de las bombas racimo
El compromiso de la ministra de Defensa, Carme Chacón, es que la 
destrucción de las alrededor de 6.000 bombas de racimo y granadas 
existentes en los arsenales militares se complete antes de junio de 
2009, con un coste de unos 4 millones de euros.
Esta tarea se ha encomendado a la empresa Fabricaciones Extremeñas 
(FAEX), cuyas instalaciones están en El Gordo (Cáceres) y de la que 
forma parte Expal. Los colectivos pacifistas han denunciado que Expal ha 
comercializado bombas de racimo hasta hace poco tiempo, aunque según su 
director comercial, Lucas Ferreira, lo dejó de hacer en 1998.
Ferreira ha recordado que éste no era un producto abierto a todos los 
clientes, sino que se producía para pedidos del Ministerio de Defensa: 
'A nosotros no nos va a afectar el convenio (de Oslo)', ha añadido el 
representante de Expal, quien ha lamentado el 'desconocimiento' que ha 
habido sobre la actividad de su empresa y la inexactitud de las 
denuncias de las ONG.
Chacón aseguró el pasado 17 de julio en una comparecencia en el Congreso 
para informar sobre la eliminación de las bombas de racimo que había 
'dos fabricantes nacionales' afectados por el proceso -entre los que 
citó a Instalaza- a los que se pretendía dotar de una carga alternativa 
de trabajo para no perjudicar su producción.
Terra Actualidad - EFE
or el proceso -entre los que 
citó a Instalaza- a los que se pretendía dotar de una carga alternativa 
de trabajo para no perjudicar su producción.
Terra Actualidad - EFE