lunes, 27 de octubre de 2008


Hay gente que se suicida tirándose de un puente, o tomándo un kilo de pastillas y alcohol. Ahorcándose, quemándose, inhalando gas, o con el tubo de escape, con una sobredosis de heroína.
Otros se tiran al mar, al tren..
Pero el que más impresión me produjo fue el de un alérgico al huevo que se comió una docena de huevos duros y no murió por anafilaxia alérgica sino porque un huevo duro se le atragantó a la entrada de la traquea.
Y es que es difícil morirse de lo que uno quiere aveces.
Si es por huevos (con perdón).

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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jose.etxeberria dijo...

Igual padecía anillo de Schazky ;-)

sonia dijo...

Io:
Siempre me han parecido tremendos esos suicidas.Se da mucho en procesos melancólicos delirantes, en psicosos depresiva.
Matan a menores y luego se suicidan.
Es como una especie de excusa:"Hago algo tremendo y horrible, luego no merezco vivir".

Kanif:
Yo creo que era porque los huevos eran del caserío de Astigarraga, unos huevos con label de un tamaño de la leche!

javi dijo...

Hay otros que de tanto mentir acaban suicidandose en defensa propia.
Hay otros que como no tienen huevos, ni duros ni blandos, necesitas de un asesinato, que onlleve al suicidio. Estos no son suicidas, son unos h. de p., con perdón de las trabajadoras del edificio Gobelas.
Luego viene el eterno suicida, aquel que está todo el día diciendo:
" ¡¡¡ Joder !!!, no te jode que traté de suicidarme y casi me mato "

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