domingo, 5 de octubre de 2008


Una uva para amar,
una uva para recordar,
una uva para acariciar,
uva para despertar,
uvas para reir ,uvas para llorar

Es Otoño, y las uvas aparecen.
ay!quién pudiera ser el vino mojando tus labios.

Una uva para amar,
uva para recoger,
uva para dormir,
una uva para reir,otra para partir,
una para olvidar,

Es Otoño
ay! Quién pudiera ser uva al sol, en tu corazón rojo como el vino.

Es Otoño la alegría
es de color verde uva y hoja seca.

Un día no seré más triste, más.
y Tú el rey, el rey de las hojas secas.
El rey del Otoño, soplando suave...

Viento sur, otoño,
verdes
y amarillos.
Y rojo, siempre rojo
dentro de ti,
siempre vino.

Vino, vienes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Casí pasó ya este 5 de octubre.
Día de vino y rosas, sí.
Dia de llanto y lágrimas, si.
Decía George Sand que Dios había puesto el placer tan cerca del dolor que a veces lloramos de alegría.

Todos esos sentimientos caben en un mismo pecho, en un mismo día.

Es cierto.

Anónimo dijo...

¿Cuánto va de un 5, a un 13? Ocho cortos días.
8 = 4 + 4
¿Hay fetichismos con los números? M ás o menos
No se portaba mal conmigo el 13, tampoco el 4.

Mudó el signo de la suerte, quizás...

Fio nada en la suerte, por más que la reconozca, agradecido, cuando me llega y por más que sepa que el azar también hace acto de presencia en nuestras vidas.

Será el mismo mar pero el vaivén de la marea lo muestra con otra luz.

¿A qué playa y con que vientos arriban nuestros sentimientos después de un tormenta?

El 5, día de vino y rosas, sí; día de llanto y lágrimas, si. Todos esos sentimientos caben en un mismo pecho y en un mismo día. Es cierto.

Tiempo de silencio.
No oigo el rumor del mar. No oigo nada por más que escucho.

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