lunes, 3 de noviembre de 2008


Me quedé asustada.
Plegada como un paragüas..sin poder moverme.
-"usted, sígame"
Me sentí un murciélago colgado de un cobertizo,
una bombilla rota,
plegada como un paragüas
respirando como un ratoncillo.

Mis dedos estaban fríos,
mis pies embobados
tropezaban
Metí el pie izquierdo,con el derecho y caí
la mano no podía levantarme,
empecé a olvidar, dónde estaba,
¿quién era?
¿cómo me llamaba?
Una angustia en el vientre me recorrió como un escalofrío.
La nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Me da la sensación que empezar a estar demete es como llegar a un país donde no conoces ni la lengua,ni las referencias de espacio..nada.
La angustia te hace sentirte nadie, otro, roto.
Me imagino, si me llega ese día...sentirme en el escenario de otros, donde otros me digan:"Sígame" y yo me sienta así...como un paragüas plegado.

Besos Io

Anónimo dijo...
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