viernes, 19 de septiembre de 2008


Termino el trabajo cuando todos hacen la siesta, el último niño tenía picaduras de pulga, le pido disculpas a la madre por esperar el retraso de una hora de consulta por tan poca cosa.
Subo la cuesta hasta el metro, veo almas que escrutan y lloran a los poetas de mi país, este país cada vez más amordazado.

En cada vida: una niebla que cubra, que emborrone a lo lejos, como un sol de invierno.

Llego al metro, dolorida, poetas de mi vida...la locura.
!bendita esta locura de cantar y de sufrir!
Llorar ,llorar poetas de mi país...

Se me corta la llamada del móvil, entro en el tunel..
en cada esquina..

En cada esquina como un sol.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cruce de sentimientos, cruce de lealtades, cruce de noticias, cruce de esperanzas, cruce de miradas, cruce de desengaños, cruce de caminos, cruce de cables,...

La propia existencia como una encrucijada permanente. Y al fin, vivir la vida y dejarla vivir, ni crucificar, ni ser crucificado.

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