martes, 12 de agosto de 2008



Cuando en la consulta los niños, se quedan jugando con algún juguete, les recuerdo que lo tienen que volver a dejar allí, dentro de la caja.
Me preguntan:" ¿De quién es?"
Y les digo:" De todos y de ninguno".

Se quedan pensando, y me miran de través con morrillo y entrecejo llevadero y asumible.

Otras se rompe el silencio con una frase vomitiva, nauseosa, de reflujo gastroesofágico con acalasia :" No te preocupes, mi vida , que ahora te compra mamá uno más bonito".

Y en ese momento me las piro, en un instante de memoria curativa, con mi guajiro, su camisa y su sombrero de ala ancha, pa´ arrollar el son y la conga.
"Si tu quieres bailar mi rico son, ven a la Calle Vapor"

1 comentario:

jose.etxeberria dijo...

Desde que se inventó la propiedad privada, allá por el Neolítico, no hemos hecho más que empeorar.
Te dejo; acabo de olfatear un mamut.

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